Carlota Corredera habla de su mayor trauma por primera vez: 'Gorda traicionera'

Después de seis años, Carlota Corredera se ha visto con corazón para hablar públicamente sobre el trauma que le causó el infame vídeo viral titulado "Carlota Corredera, Gorda Traicionera", publicado por el canal de YouTube "Soy Una Pringada" en mayo de 2017.

En una emotiva entrevista junto a Mara Jiménez en su podcast 'Superlativas', Corredera compartió cómo aquel video, aparentemente hecho desde el humor, la afectó profundamente.  Este video, que alcanzó más de 2.6 millones de visualizaciones, fue una reacción de la influencer Esty Quesada hacia el libro de Carlota en el que revelaba su experiencia personal  con  la pérdida de peso y su relación con la comida.

Corredera explicó que su objetivo al escribir el libro era  ayudar a otras personas que se enfrentaban a problemas similares  y haciéndolas sentir que no estaban solas en sus luchas. Sin embargo,  el ataque público de Quesada la dejó traumatizada, afectando profundamente su vida personal y profesional. Temía las reacciones de los jóvenes en las firmas de libros y se sentía amenazada en las redes sociales.

A pesar del daño emocional que sufrió, Corredera optó por mantenerse en silencio, sin denunciar públicamente a Quesada ni tomar medidas legales contra ella. Esta decisión fue parte de su estrategia para no alimentar más el conflicto. Sin embargo, el impacto del video persistió durante años, afectando su bienestar mental y generando miedo en su día a día.

La periodista expresó su desconcierto ante la motivación detrás del video de Soy una pringada. Señaló la ironía de que alguien que ha denunciado haber sufrido acoso escolar ahora se haya convertido en una acosadora. Corredera también destacó que, a lo largo de su carrera,  ha acumulado tanto admiradores como críticos, pero se niega a disculparse por ser quien es y defender sus valores y talentos.

En última instancia,  la valiente decisión de Corredera de compartir su experiencia destaca la importancia de abordar el ciberacoso y sus consecuencias. Su historia sirve como recordatorio de que detrás de cada comentario malintencionado en internet hay una persona real, con emociones reales.